Si de bebés adorables hablamos, el principe George literalmente se corona como el favorito.
En un evento oficial de la familia británica, la exhibición militar del International Air Tatoo en la base aérea RAF Fairford, el príncipe se mostró carismático y dulce como siempre lo hace, pero de un momento a otro el pequeño miembro de la realeza hizo una rabieta delante de todo mundo, pero lejos de incomodar a la audiencia, los llenó de ternura.
Los duques Kate y William, rápidamente tomaron cartas en el asunto.
Catalina de Cambridge, tomó a su hijo e intentó consolarlo, al igual que su esposo, Guillermo de Cambridge el segundo en la línea de sucesión al trono, también se unió a la tarea de calmar a su primogénito subiéndolo a un avión y luego a un helicóptero, cosa que pareció encantarle al príncipe y todo volvió a la calma.
