Cuatro años tuvieron que pasar para que familiares del empresario Israel Hernández Torres recibieran sus restos, uno de los 116 cuerpos exhumados de las fosas de Tetelcingo de Cuautla.
La víctima que fue secuestrada el 24 de julio del 2012, cuando un grupo de hombres entraron a su comercio y se lo llevaron por la fuerza.
La familia inició una denuncia en PGR y pagó un rescate por la liberación del empresario, pero los plagiarios no lo liberaron y por el contrario lo asesinaron.
Su cuerpo fue encontrado en agosto de ese mismo año en la región oriente por la entonces Policía Ministerial que realizó el levantamiento del cuerpo en calidad de desconocido.
Pese a que la Fiscalía General del Estado (FGE) tenía el cuerpo, no realizó las investigaciones para su identificación en marzo del 2014, junto a más de cien cuerpos, entre ellos el de Oliver Wenceslao, a una fosa en Tetelcingo, Cuautla.
Los familiares no dejaron de buscarlo y en diciembre pasado, antes de que se abrieran las cripta en esa localidad, revisaron los expedientes, uno de los cuerpos sería el de Israel, pero la familia tenía dudas.
El expediente que era supuestamente de tres hojas fue engrosado hace unos días y ya con más elementos los padres del empresario lograron su identificación.
“Para nosotros ya no existe la tranquilidad, ya nos mataron en vida, mi hijo era un hombre trabajador”, dijo su padre Elías Hernández, después de recibir el cadáver de su hijo.
El proceso de entrega inició a las 6:00 horas de este lunes cuando personal de los Servicios Médico Forense (Semefo) abrieron las gavetas del Panteón de Jardínes del Recuerdo en Cuautla.
Llevaron el cuerpo hasta la FGE en Cuernavaca en donde tras el papeleo el cuerpo fue entregado.
-Xavier Omaña-
